La familia se siente afectada por estos cambios y muchas veces no sabe cómo actuar. Por ello, en ocasiones es importante tener la información y orientación de un profesional de manera oportuna sobre cómo ayudarse como familia a atravesar con éxito esta etapa.

No todos los adolescentes presentan las mismas características, lo anterior puede entorpecer las relaciones de empatía hacia el adolescente, por ejemplo, si el primer hijo en su adolescencia maduró más rápido o no mostró actitudes rebeldes, puede pensarse que será así con el siguiente; considerar esto puede provocar que las expectativas y el trato dificulte el apoyo y la comprensión con él y esto a su vez llega a impactar de manera negativa en su autoestima.

Ante las dificultades familiares, busquemos juntos una vida más sana para todas las personas.