La belleza formal sin duda es un preconcepto y atiende a modelos preestablecidos, por otro lado la belleza interior no acepta contornos ni perfiles, podría ser mejor compartirla más que exhibida, permanece guardada porque se oxidaría al contacto con el vulgo, por eso la belleza, así como un capullo floral, solo se asoma cuando se siente arropada.