Aumentar tu confianza personal es posible a través de la transformación de las creencias que tienes de ti mismo.

¿Recuerdas cuando estabas seguro de haber hecho algo bien y luego alguien comentó lo mal que habían salido las cosas? ¿Recuerdas cuando estabas luchando por terminar tu trabajo satisfactoriamente cuando alguien dijo que no lograrías nunca terminarlo? ¿Recuerdas cuando te dispusiste a correr una milla y la gente te escudriñó por tener tal objetivo?. Recuerda todos esos momentos. Todos ellos enraizados en comentarios pesimistas que no servían más que para destruir el espíritu positivo en ti que decía “tu puedes”.

La confianza en ti mismo se encuentra cerca del pensamiento positivo. Si piensas positivamente de ti y haces un balance de todos los atributos positivos que tienes mientras consideras el valor de aquellos que te faltan, entonces al menos puedes hacerte creer que realmente puedes hacer que las cosas sucedan. El pensamiento positivo no es tener demasiadas esperanzas en algo que es inalcanzable. Consiste en creer que puedes lograr tus metas siempre que estas sean relistas sin delimitar tus capacidades.

En ocasiones, cuando nos proponemos hacer algo, tendemos a establecer metas más altas de nuestro alcance actual. Esto nos lleva a doblar nuestros esfuerzos y sentir que igual fracasamos, lo que puede desencadenar vergüenza y pena por el juicio que creemos que los demás están teniendo sobre nuestro fracaso. Por esta razón, se sugiere que en nuestros primeros intentos en el logro de una meta, se establezcan objetivos realistas con nuestras capacidades del momento de modo que sea más factible alcanzarla, y así mejorar nuestra percepción sobre nuestras habilidades aumentando a su vez nuestra confianza en nosotros mismos.

Por su parte, si de cualquier manera no logramos cumplir nuestras metas y objetivos, es importante dar atención a cómo nos criticamos ante el fracaso ya que las críticas indebidas no solo nos hacen vulnerables a los pensamientos negativos, sino que también nos afectan en la autopercepción.

¿Has notado cómo nos criticamos a nosotros mismos sin siquiera darnos cuenta de que no podemos decir esas mismas cosas a otras personas? Somos más duros con nosotros mismos de lo que podemos imaginar. Por lo tanto, con cada aporte negativo que recibimos de este crítico interno, nos quedamos molestos e inseguros. Evita usar declaraciones negativas sobre ti mismo porque estas son las mismas cosas que eventualmente te despojarían de tu buena autoimagen. Transformar los comentarios negativos que te das a ti mismo en tu diálogo interno por otros positivos, tendrá un gran impacto en tu confianza en ti mismo. Al final, la destrucción viene de dentro de nosotros. Otras personas pueden argumentar que estamos afectados por el pesimismo externo. Es cierto, sin embargo, esto solo nos afectaría una vez que le permitamos la entrada a nosotros. Por lo tanto, solo necesitas crear barreras a los comentarios negativos mientras fortaleces tu identidad, tu autoconcepto y tu autoimagen.

PSICÓLOGA JOVANA VILLALOBOS